MESA 7. EMOCIONES Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Los medios de comunicación se han erigido a lo largo de la historia como canales, no solo de comunicación sino, en muchas ocasiones, de desinformación y de manipulación gracias a su potencialidad persuasiva. Mediante la prensa, la televisión, la radio, el cine o, más recientemente, las redes sociales, se refuerzan ideas, pensamientos, roles y estereotipos, pero también emociones. A través de su interacción con los sentimientos de sus consumidores y espectadores consiguen llevar a cabo este proceso de convencimiento.
Los diferentes medios de comunicación han tenido una evolución diferenciada a lo largo del tiempo, atendiendo a las posibilidades y medios técnicos de cada momento, así como al tipo de público al que iban dirigidos, por lo que, en su análisis, confluyen múltiples factores, definido, en gran medida, por el propio contexto sociocultural en el que surgieron o se desarrollaron. Su amplia capacidad de transmisión de ideas ha hecho que, desde sus inicios, hayan tenido un papel fundamental en la educación de la población, despertando en esta el interés por determinados temas o generando inquietudes, ilusiones o deseos, en los que el factor emocional tiene un papel de especial relevancia.
Por otro lado, su carácter persuasivo está también estrechamente ligado a la exaltación de las emociones de sus consumidores, como revela su utilización para la difusión de ideas políticas o propaganda comercial, poner el objetivo sobre determinados temas de actualidad o explotar el morbo informativo para obtener una mayor audiencia. Estas cuestiones, unidas a la proliferación de fake news, son algunas de las problemáticas a las que se enfrenta la ciudadanía en la defensa de su derecho a la información.
Por tanto, en esta mesa se recogerán aquellas propuestas que pretendan llevar a cabo un análisis del devenir histórico de los medios de comunicación, tanto desde el punto de vista teórico como en su desarrollo práctico, en las que tengan como objeto de estudio la influencia que han ejercido sobre las emociones o en el uso de estas con fines políticos, económicos, sociales o culturales.