MESA 6. EL APRENDIZAJE DEL SABER HACER

Antes del nacimiento de las universidades y de los distintos centros de formación educativa, buena parte de la sociedad adquiría el conocimiento mediante el ejercicio práctico de una actividad determinada. De esta manera, no solo conseguían adquirir destreza en la praxis de una labor concreta, sino que, de la mano de un maestro, aprendían también la teoría necesaria para desarrollar la ocupación elegida o impuesta, según fuese el caso. Pero también, la transmisión oral de conocimientos acompañados de las referencias visuales que podía observar el pupilo durante la ejecución de una actividad cotidiana concreta, como cocinar, labrar la tierra, cuidar el ganado e incluso rezar, ha formado parte del aprendizaje práctico durante generaciones.

Es de sobra conocido el caso de los canteros, quienes entraban a formar parte de un taller desde edad temprana, bajo las órdenes del maestro cantero responsable de este, y encargado, también, de transmitir a sus jóvenes aprendices todos los conocimientos vinculados con el ejercicio práctico -y teórico- de la profesión de la cantería. En esta línea, casi cualquier ocupación más o menos organizada carente de un sistema reglado de formación, como la escultura, la pintura, el trabajo del hierro o la alfarería, entre otros, se ha venido desarrollando mediante un aprendizaje práctico, bajo las enseñanzas de un experto en la materia concreta. Muchas de estas profesiones llegaron a organizarse en gremios o cuadrillas de trabajo, con un alto nivel de secretismo para no revelar a ninguna persona ajena al taller los secretos y trucos de su profesión. Con el paso de los años y, gracias al nacimiento y expansión de la imprenta, en algunos casos, habrá maestros que decidan plasmar sus conocimientos en papel, favoreciendo la difusión de su saber y facilitando el aprendizaje de sus técnicas.

Así pues, tendrán cabida en esta mesa todas aquellas investigaciones encaminadas al estudio y análisis del aprendizaje de una profesión cualquiera mediante la práctica de esta. Estas comunicaciones pueden abordarse desde diversos puntos de vista: el histórico, el educativo, el artístico o el documental, entre otros. Nos gustaría que esta mesa sirviese como plataforma en la que crear un debate en torno a la importancia que ha tenido, tiene y, quizá, debería tener, el aprendizaje práctico para la recuperación, conservación y supervivencia de algunas profesiones mal llamadas “artesanales”.